Contar con alimentos suficientes y de fácil acceso cada día se ha convertido en una tarea ardua de cumplir, esto ha obligado a promover métodos de producción de alimentos que posibilitan optimizar los espacios habitacionales a través de programas de agricultura urbana, huertas caseras y comedores comunitarios; sumado a esto es imprescindible promover reflexiones con acciones frente a cambios en los hábitos alimenticios para que en sectores de la población vulnerable se permitan ser solución involucrándose en la acción creando espacios de encuentro solidario para superar la escasez de alimentos y se abra paso a los comedores y restaurantes comunitarios. Contar con alimento balanceado dejó de ser una preocupación individual y privada para ser hoy de interés general y público.